La psicología de los colores. ¿Qué colores elegir para los interiores?

La elección de los colores para los interiores juega un papel importante en la apariencia de las habitaciones, pero no solo, también puede tener un efecto decisivo en el estado de ánimo de los habitantes. ¿Qué colores se consideran neutros? ¿Qué color ayuda a la concentración y cuál te ayudará a relajarte? Intentaremos responder a estas preguntas en este artículo.
La importancia de los colores en el diseño de interiores
¿Qué importancia tiene la elección de colores para el acabado de interiores? No cabe duda de que esto influye notablemente en el aspecto final de los interiores. Una combinación de colores armoniosa hace que las habitaciones se vean visualmente atractivas, mientras que una mala composición puede tener el efecto contrario. El uso de demasiados colores, especialmente los intensos, puede producir un efecto desordenado y hacer que el interior sea poco acogedor. Los colores pueden ayudar a dar a los interiores un cierto carácter, por ejemplo, elegancia, un carácter más acogedor, enfatizar la decoración del interior o llamar la atención sobre ciertos elementos del conjunto. Una elección de color hecha profesionalmente puede hacer que las habitaciones parezcan más grandes, además de ayudar a disimular ciertas imperfecciones.
Los colores también juegan un papel importante en ciertos estilos de decoración de interiores. Los psicólogos enfatizan el hecho de que diferentes colores tienen diferentes efectos en los humanos. Pueden dar vitalidad, facilitar la concentración o, cuando son demasiados, cansarnos. Es por ello que a la hora de elegir cuadros, muebles y complementos (como telas, cojines o persianas), conviene no basarse únicamente en sus preferencias y la armonía entre estos elementos, sino también plantearse cuestiones relativas a la psicología de los colores. Los psicólogos enfatizan el hecho de que diferentes colores tienen diferentes efectos en los humanos. Pueden dar vitalidad, facilitar la concentración o, cuando son demasiados, cansarnos. Es por ello que a la hora de elegir cuadros, muebles y complementos (como telas, cojines o persianas), conviene no basarse únicamente en sus preferencias y la armonía entre estos elementos, sino también plantearse cuestiones relativas a la psicología de los colores.
Los psicólogos enfatizan el hecho de que diferentes colores tienen diferentes efectos en los humanos. Pueden dar vitalidad, facilitar la concentración o, cuando son demasiados, cansarnos. Es por ello que a la hora de elegir cuadros, muebles y complementos (como telas, cojines o persianas), conviene no basarse únicamente en sus preferencias y la armonía entre estos elementos, sino también plantearse cuestiones relativas a la psicología de los colores.
Colores neutros: blanco, gris y marrón.
En cuanto a la decoración de interiores, el blanco y el gris se consideran los más neutros. Es una solución segura tanto en términos de elección de accesorios, como en relación con la psicología de los colores. Estos colores no afectan significativamente la psique; incluso, en opinión de los psicólogos, pueden relajarnos y aliviar el estrés. No se cansan, incluso cuando se usan en grandes cantidades. Son fáciles de combinar con otros colores y funcionan bien tanto en estancias amplias de la casa como en aquellas de menor superficie. Sin embargo, es mejor combinar el blanco o el gris con otro color más pronunciado; de lo contrario, el interior corre el riesgo de parecer demasiado austero. El blanco y el gris son una opción segura y universal. Estos colores se eligen a menudo para muebles, paredes e incluso ventanas. El marrón también es un color bastante común y universal cuando se trata de diseño de interiores: combina fácilmente con colores claros. El marrón, especialmente en sus tonos más claros, hace que los interiores sean más cálidos.
Colores que contribuyen al bienestar: amarillo, naranja
El amarillo y el naranja se consideran colores «alegres», mejoran el bienestar y dan más energía. Por lo tanto, pueden no ser adecuados en grandes cantidades en el dormitorio, ya que no favorecen el descanso. Se utilizan con mucho gusto en habitaciones como la cocina y el comedor. Un amarillo pastel muy claro tiene un efecto positivo en la concentración y puede ser una buena elección, por ejemplo, para la habitación donde el niño hace los deberes. Si en una habitación se ha utilizado una gran cantidad de amarillo y naranja, es mejor evitar un exceso de otros acentos de colores fuertes y no combinarlos con una gran cantidad de varios colores.
El rojo estimulante
El rojo es un color fuerte y estimulante que salta a la vista. Es muy popular entre muchas personas, pero cuando se trata de decoración de interiores, no se recomienda usar grandes cantidades de rojo. El rojo realza las emociones, y un exceso de este color puede tener un efecto agotador en las personas de la habitación. Sin embargo, el rojo es una buena opción para los accesorios. Cortinas, mantas o cojines de este color reviven la habitación y pueden dar más energía a los habitantes.
El azul relaja, el verde es discreto
El azul es un color que relaja, ayuda a la concentración y estimula la imaginación. Es por esta razón que el azul se usa a menudo en las oficinas. También demuestra su valía en el dormitorio, la habitación de los niños (especialmente en edad escolar) y armarios. El tono más recomendado es un azul cielo delicado: demasiado azul demasiado oscuro, especialmente en una habitación pequeña, puede ser agotador para algunas personas y tener un efecto negativo en el bienestar. El verde también se considera un color que calma y relaja, especialmente en sus tonos más suaves. Este color tiene propiedades relajantes, y es recomendable para personas nerviosas o que muchas veces no están en muy buena forma anímica.
Un poco de púrpura relajante
El violeta es un color que, por un lado, te tranquiliza y, por otro, según algunos, contribuye al desarrollo de la creatividad. En grandes cantidades, especialmente cuando se trata de un tono más oscuro, este color puede ser deprimente y, por lo tanto, no se recomienda para personas con trastornos del estado de ánimo. Lo ideal es utilizar el morado en pequeñas cantidades, en estancias donde predominen los colores más claros, como el blanco o el gris. Los accesorios, alfombras o muebles morados resaltarán, haciendo que todo sea más agradable a la vista. Se probarán en la sala de estar, por ejemplo, o en los dormitorios de las personas que realizan trabajos que requieren un poco de creatividad.